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Me equivocaría otra vez

  • Foto del escritor: Mauricio Lievano
    Mauricio Lievano
  • 2 feb
  • 2 Min. de lectura

Tres veces en la vida me han dicho que me aman y las tres veces lo he creído y por eso me he lanzado al agua sin bote salvavidas.Desprevenido,despistado, distraido,confiado, entregado,con los ojos cerrados,sin malicia,dispuesto a darlo todo porque creo que no hay amor fallido y no hay beso que se pierda. Y así me ha ido. He sido absolutamente feliz, así hoy esté odiando los viernes por la tarde cuando  me emborracho de recuerdos. No sé si tengo buen gusto o buena suerte, pero mis tres compañeras de vida han sido mujeres divinas, maravillosas que me dieron todo. Y más.

 

Dos veces en la vida he intentado hacer empresa y las dos veces he construido  un sueño al alcance de mis propias utopías. Ilusionado, preparado, esperanzado, seducido y convencido, porque como dice Gonzalo Arango, “pienso que la palabra que honra la vida deja de ser palabra para volverse canto, voluntad invencible de eternidad en el efímero corazón de los sueños”.. Las dos veces me he quebrado y cada diciembre recibo una postal de Datacredito.

 

No sé si es descaro, fiebre, pero no me arrepiento de nada. Como dice la canción de Fito y los Fitipaldis con Calamaro, ha sido divertido y me equivocaría otra vez . Todo lo agradezco, todo lo bendigo.  Y por eso, vuelvo  a creer para no perder dos veces  porque ya pasó el tiempo de los reclamos, de las dudas y dolores, de las preguntas y las lágrimas. Lo que pasó, pasó y no hay forma de cambiarlo.Y fue perfecto. Todavía tengo tiempo  y por eso debo intentarlo las veces que sea necesario, porque el amor  y los intentos son de valientes, de personas que un día nos atrevimos a superar el miedo, la rabia, la culpa . Si estando convencido no soy capaz de intentarlo, me merezco  todo lo malo que me pase. Seré dueño de mi propia infelicidad, de mi propia tristeza y las lágrimas que derrame no serán suficientes y lo peor, ya no servirán de nada.

 

Sin embargo, la bobería no me alcanza para creer que no me he equivocado. No soy víctima y tengo la edad suficiente para hacerme cargo. Hoy tengo claro que solo debo estar donde soy  amado, preocuparme únicamente por lo que está en mis manos y lo demás dejarlo en manos de Dios o el Universo ,que  nada es para siempre (o sí) , que hay que darlo todo  para  que lo reciba el que lo quiera recibir. El resto, ya veremos…



 

 
 
 

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